Situación de las granjas industriales de conejos
En España hay actualmente 1.412 granjas de conejos de engorde en funcionamiento, y sólo en 2022 se sacrificaron por su carne en los mataderos 33,3 millones de estos animales. De acuerdo con una estimación de la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA), que sostiene que la mortalidad en las granjas cunícolas es del 20%, ese año habrían nacido en realidad unos 41,25 millones de conejos. Es decir, una quinta parte de los conejos criados en el país acabó en contenedores de basura.
La producción de carne de conejo en la Unión Europea se concentra principalmente en la zona del Mediterráneo. España se mantiene líder, y suma junto a Italia y Francia en torno al 70% de toda la industria cunícola. A pesar de las cifras, la de conejo representa solamente un 3% de toda la carne consumida en la Unión Europea.
En España,el consumo per cápita ha descendido un 50% desde 2018 y se sitúa en los 750 gramos anuales, aún por encima de la media europea fijada en 570 gramos. Pese a este consumo casi anecdótico, si atendemos al número de individuos, se trata del segundo animal más criado y sacrificado para consumo humano, con 180 millones de conejos criados por su carne al año en la UE.
AnimaNaturalis ha obtenido evidencias de las deficientes condiciones en que se cría, engorda y desecha a los conejos en España. Su equipo de investigación ha registrado deplorables condiciones incompatibles con el bienestar animal durante todo el ciclo de producción -maternidad, cría y engorde-. Las imágenes que ilustran este informe se registraron en 10 explotaciones españolas de algunas de las Comunidades Autónomas con mayor concentración permanente de conejos del país, como son Castilla y León (1.465.886), Cataluña (879.977), Aragón (467.063) y Castilla-La Mancha (292.576).
Las imágenes de AnimaNaturalis, obtenidas varias explotaciones durante el invierno de 2023, muestran conejos vivos conviviendo con cadáveres; animales amontonados en jaulas convertidas en fosas comunes; o en el suelo, devorados por gatos, camadas enteras de gazapos aplastados, y otros agonizando sobre las rejas; instalaciones cubiertas por telarañas, pelo y suciedad o con los fosos rebosantes de purines, anegando los pasillos.
También se han encontrado conejos fuera de las jaulas condenados a morir de hambre y sed, gazapos sin vida entre los excrementos; animales con enfermedades sin tratar en los ojos, los oídos y la piel, deformaciones en las patas o en las uñas, abortos, tumores, conejos arrancándose el pelo unos a otros debido al estrés y a deficiencias nutricionales, y contenedores de basura llenos de cadáveres en cada explotación.
Los conejos son animales muy sensibles y especialmente vulnerables en la industria ganadera, porque no cuentan con una normativa específica que les proteja ni vele por su bienestar. Sin embargo, su situación podría cambiar pronto si la Comisión Europea cumple con la promesa de revisar el marco normativo de bienestar animal para Europa en los próximos meses.
La Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria ya denunció en 2020 que las explotaciones españolas utilizan el peor sistema de producción posible en términos de bienestar animal, y que el 20% de los conejos mueren antes de llegar a los mataderos.
Junto al uso de jaulas tradicionales, los expertos de la EFSA destacaron en su denuncia de 2020 otra serie de consecuencias para el bienestar animal del sistema de cría español. Destacaron “los problemas de descanso, la sed o el hambre prolongados, el estrés térmico y los trastornos cutáneos.”
A la nueva normativa europea, que podría desarrollarse en 2024, se suma el compromiso de eliminar progresivamente las jaulas para todos los animales en las granjas antes de 2027, impulsado por la Iniciativa Ciudadana Europea End The Cage Age. Esta consulta fue apoyada por 1,4 millones de ciudadanos, quienes demandan mejores condiciones para los más de 300 millones de cerdos, terneros, gallinas y conejos europeos, entre otros.
Mientras que en los últimos años varios estados productores han implementado algunas mejoras en cuanto a bienestar de los conejos, el Ministerio de Agricultura, Pesca y Ganadería español no muestra intenciones de transicionar hacia un sistema libre de jaulas hasta que no se ejerza presión desde la UE y se establezcan plazos, ayudas y otros beneficios para adaptarse al nuevo esquema.
Algunos países que protegen parcialmente el bienestar de los conejos en sus granjas son Austria, donde se prohibieron las jaulas en batería en 2012; Bélgica, que inició la retirada de estas en 2016 con la previsión de hacerlas desaparecer en 2025; u otros requisitos específicos sobre su cría y manejo como los que existen en Reino Unido, Suiza, Alemania o Países Bajos.